En la primera semana de agosto se celebra en más de 170 países la Semana Mundial de la Lactancia materna, cuyo objetivo es apoyar y fomentar la lactancia materna por sus efectos inmunológicos, fisiológicos, económicos, sociales e higiénicos tanto para la madre como para el bebé.
La leche materna es un líquido vital para el bebé, ya que, por medio de ella, reciben todas las sustancias que los protegen contra la diarrea, alergias, infecciones y neumonía. Parte fundamental para que esto suceda, es que la leche materna provee al tubo digestivo del bebé de microorganismos intestinales que funcionan como barrera contra los microorganismos patógenos (malos). Por otro lado, la colonización temprana de la microbiota en el recién nacido influye en la composición corporal, digestión y proceso de maduración del sistema inmunitario.
Se ha observado que las alergias son menos frecuentes en los lactantes que se alimentan solo con leche materna, en especial cuando la dieta de la madre es alta en ácidos grasos omega 3.
Los bebés digieren y absorben mejor la leche materna que las fórmulas, además tienen más ácidos grasos DHA (docosahexaenoico), esenciales para el desarrollo cognitivo y visual normal; contiene 1.5 veces más lactosa que la leche de vaca, por lo que la proteína se absorbe mejor; contiene más anticuerpos y más de 45 factores bioactivos, como enzimas digestivas, hormonas, factores de crecimiento y factores inmunitarios.
La composición de la leche materna va cambiando, para asegurar las necesidades del lactante. El calostro contiene mayor cantidad de factores inmunológicos del primero al cuarto día, después, hay un periodo de transición corto entre el quinto al noveno día; a partir del día 9, la leche materna secretada es principalmente nutricional, pero después de este día, el contenido de la leche incluye tanto factores inmunológicos como nutricionales, por lo que normalmente el bebé no necesita de ningún otro alimento ni bebida en esta etapa.
Se recomienda brindar lactancia materna al bebé hasta que cumpla 1 año, si por algo no es posible, lo ideal es acudir a bancos de leche materna, antes de optar por la opción de fórmulas lácteas.
Por otro lado, también tiene un efecto benéfico para la madre, ya que ayuda a que sea más rápida la recuperación post parto, a recuperar el peso y previene el riesgo de desarrollar cáncer de mama y ovario.
Con la práctica de lactancia materna exclusiva, es necesario hacer valoraciones regulares para determinar si el lactante requiere de alimentos y nutrimentos complementarios. Es importante que la madre tenga una buena alimentación, sin excluir grupos de alimentos y procurar que sea variada. Debe haber un incremento en las calorías para asegurar el desarrollo del bebé, el cual dependerá de algunos factores, como: el estado nutricional, actividad física, aumento de peso durante el embarazo, etc.
En Fitbody apoyamos la lactancia y a todas las mamás, por eso buscamos acompañarlas y resolver sus necesidades con planes de alimentación personalizados diseñado por una nutrióloga para asegurar que en cada etapa tengas las mejores recomendaciones.