Hoy en día el indicador del peso es algo que nos agobia tanto, que día a día buscamos que ese número cambie y cuando no es así, se nos viene el mundo abajo, nos sentimos mal, decepcionadas, hasta llegamos a pensar ¿qué estoy haciendo mal?, ¿por qué no bajo?
En primer lugar recuerda, el peso se compone de diferentes factores: masa grasa y masa libre de grasa (masa muscular, líquidos y masa ósea o huesos), por lo tanto, el peso fluctúa durante el día, no es lo mismo que te peses en ayunas a que te peses cuando acabas de comer o justo después de hacer ejercicio.
Sumado a lo anterior, si eres una persona físicamente activa y en tus entrenamientos utilizas pesas, ligas o el peso de tu propio cuerpo, seguramente aumentarás masa muscular y esto implica un aumento en tu peso, pero de menor volumen que la grasa.
Por otro lado, si estás llevando una vida saludable, alimentación balanceada y ejercicio frecuente, seguramente notarás que te sientes con más energía durante el día, tu digestión mejora, te sientes más ligera, tu ropa te queda mejor, te sientes de mejor humor y mejora tu condición física y resistencia.
Hoy te quiero revelar que puedes medir tus progresos de una forma diferente a la que estamos acostumbrados. Para esto, te recomendaré que en una libreta te evalúes diariamente con alguna puntuación, por ejemplo, del 1-10:
- Tu nivel de energía
- Tu digestión
- Tu condición física y resistencia durante la rutina
- Comodidad con tu ropa
- Ligereza
- Estado de ánimo / humor
Cuanto más te enfoques en mejorar en estos aspectos, sin que te des cuenta, el número en la báscula cambiará, pero recuerda que tu bienestar es lo más importante.