A lo largo de las semanas hemos hablado sobre la meditación y múltiples técnicas de relajación, pero en esta ocasión te traemos una nueva opción que puedes implementar en tu día a día y que, además de traer múltiples beneficios a tu salud, huele deliciosa, así es, nos referimos a la aromaterapia.
Se conoce como aromaterapia a una variante de la medicina alternativa, llamada Fitoterapia. Esta técnica utiliza los aceites esenciales de las plantas, ya que cada una posee un aroma distinto. Los aceites dentro de la aromaterapia son considerados como un método de curación holístico, que beneficia tanto a la mente como al cuerpo.
Debido a su alta concentración de esencias, los aceites no pueden estar en contacto directo con la piel, deben ser diluidos en agua caliente para su uso, ya que los estros vasos capilares son los encargados de absorber los aceites, haciendo que sean transportados por todo el organismo.
Ahora bien, la base de función de la aromaterapia, parte de la idea de que el sentido del olfato, se encuentra estrechamente ligado con nuestras emociones, debido a la conexión que mantiene con el cerebro. Los aromas no deben oponerse entre sí, y la mezcla debe resultar agradable y reconfortante para tener buenos resultados ¿Quién podría relajarse con aromas que le disgustan?
Aunque el uso de los aceites no tiene porqué generar ninguna reacción negativa, se recomienda tener en cuenta el no exceder de las 3 o 4 fragancias ni tomar el sol, después de aplicarlos sobre la piel. El aporte para la salud puede variar según el tipo de planta y el aroma, por ejemplo:
- Si sufres trastornos de estrés, ansiedad o insomnio tus mejores opciones son cedro, ciprés, jazmín, manzanilla y pachulí
- Si lo que quieres es sentirte estimulado, lleno de vitalidad o recuperar energías, requerirás de aceites derivados del alcanfor, el anís, el comino, el limón o el romero.
- Si lo que buscas es un descongestionante, puedes optar por eucalipto, hisopo y savia.
- Si lo que necesitas es ayudar a tu digestión, lo ideal es utilizar aceites de jengibre, nuez moscada e hinojo
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Antes de iniciar la terapia es preferente que te exfolies la piel,el eliminar las impurezas ayuda a que los aceites penetren fácilmente en la piel. Acto seguido, es necesario crear un ambiente propicio para llevar a cabo la sesión. Para ello se aconseja apagar las luces,encender velas y colocar música ligera.
La forma más común de llevarla a cabo, es a través de los masajes con los aceites aromáticos diluidos, sin embargo también se pueden aplicar en baños de inmersión en una bañera. En este caso las fragancias se mezclan con leche en polvo, cremas de algas o champú. Otros métodos son la nebulización, inhalación e ingestión.
Con el correr de las sesiones, notarás cambios concretos en tu estilo de vida. Algunos de esos cambios, dependiendo de los aceites que utilice y la frecuencia, serán la reducción de la fatiga, control de la sudoración excesiva y sensación de tranquilidad
¿Ya elegiste el aroma que vas a utilizar? Te esperamos en nuestro próximo BreakFit blog