Serena Williams, Paula Badosa, Meghan Rapinoe, Simone Biles, Ona Carbonell, Gisela Pulido, Ana Peleteiro. Conocemos estos nombres, nos inspiran y motivan a estar dentro del mundo del deporte.
También hay otros nombres no tan conocidos, pero que nos acompañan en el día a día y son símbolos de admiración y lucha, como el de tu compañera de yoga, la chica con la que te cruzas cada vez que sales a correr, tu coache de HIIT y funcional que te anima a superarte cada vez más. Todas ellas, son mujeres que han hecho del deporte una forma de empoderamiento.
El deporte femenino no ha dejado de crecer en los últimos años, ganando adeptos, popularidad y atención mediática. Cada vez son más las personas que acuden a los recintos deportivos para seguir las competencias, esto ha tenido un efecto positivo en las niñas.
Muchas de nosotras crecimos rodeadas de innumerables referencias masculinas, pero carecíamos de referencias femeninas. En muchos casos fue porque porque la sociedad, durante años, se dedico a sofocar o minimizar el éxito de las mujeres en el ámbito deportivo.
Sin embargo, hoy en día el deporte parece estar acercándose lentamente a la paridad, y es momento de usarlo como arma para empoderar a mujeres y niñas. Recordemos que en muchas partes del mundo, los derechos de las mujeres siguen estando severamente limitados y enfrentan constantemente innumerables barreras sociales, culturales y económicas.
En las culturas donde aún relegan la figura femenina al ámbito doméstico y sigue negando a las mujeres la libertad de expresión, el deporte les permite demostrar de lo que son capaces. Es una forma de expresión emocional, así como una forma de liberar la tensión y ganar control sobre tu cuerpo.
Promover la participación de las niñas y mujeres en el deporte, animarlas a perseguir sus sueños y demostrarles que pueden conseguir todo aquello que se propongan es necesario.
Frente a esta marcada desigualdad, el deporte femenino siempre será la mejor oportunidad para superar todas las barreras y brindar a las mujeres plataformas y oportunidades para expresarse, desarrollar habilidades, confianza y autoestima.